CAPITULO 3, UN DÍA
DE DESCANSO
Mi
día había empezado, extrañando mi hogar y mi vida anterior a la pesadilla que
estaba viviendo ahora. Había estado triste, pero gracias a las palabras de mi
amiga Flamedramon, pude recuperar un poco los ánimos, algo que en un lugar tan
miserable es muy importante, ya que con los ánimos de seguir adelante, viene
también la fuerza de luchar y seguir, así como la esperanza de que todo un día
mejoraría.
Eran
cosas que yo ya estaba perdiendo, pero que por algún motivo, Flamedramon no
perdía, pese a todo lo malo que le sucedía y a lo triste que podía terminar de
una noche de maldito trabajo. Envidiaba eso, pero también deseaba tener la
misma fuerza que ella tenía, aunque ella parecía siempre dispuesta a darme un
poco de aquella fuerza.
Salimos
de mi habitación y nos dirigimos hasta el comedor de aquel lugar.
El
comedor, al igual que nuestras habitaciones, tenía paredes de un color gris,
igual de húmedas y malgastadas que las de nuestras habitaciones, y ventanas
altas con rejas. Lo único bueno del comedor, si es que realmente hubiera algo
bueno en ese lugar, era que el comedor era amplio, con un techo alto y muchas
ventanas, haciéndolo un lugar iluminado y menos deprimente que nuestras
habitaciones, pero nuestros collares estaban permanentemente en nuestro
cuellos, por lo que escapar no era una opción viable.
Había
muchas mesas y nos sentamos a esperar el desayuno, que era servido por el único
hombre a parte de Digitamamon que trabajaba ahí, un Yashamon. Este digimon
parecía ser el cocinero del lugar. Era bastante amable aunque no hablaba mucho,
y por lo que me decían sus ojos, no solo a mí sino a todas, es que él se sentía
casi igual a nosotras. Nadie lo abusaba ni nada, pero se sentía un prisionero y
sin valor. Pero además, entre algunas de las digimons, corría el rumor de que
en las noches, Yashamon era puesto en una habitación similar a las nuestras
para ser abusado por digimons hembras que frecuentaban ese lugar. La verdad no
sabía si este rumor era cierto, pero él llevaba un collar parecido al nuestro,
por lo que podría ser verdad.