CAPÍTULO 12, GRACIAS… RENAMON

CAPÍTULO 12, GRACIAS… RENAMON

(POV de Guilmon)

(Continuación del Flashback)

—Guilmon… nunca vuelvas hacer algo así— eso fue lo último que me había dicho Renamon.

Hacia solo un momento me sentía muy triste y enojada y… había tratado de lastimarme para acabar con mi vida y mi sufrimiento hasta que Renamon me detuvo y me dio una bofetada, para luego abrazarme. En verdad ella se veía muy triste y muy preocupada y lo podía sentir en ese gesto.

Me sentía tan confundida que realmente no sabía que hacer o decir, ni siquiera sabía que pensar.

—¿Por qué… me pegaste?— fue lo primero que dije sin siquiera pensarlo pero… no lo dije molesta ni triste sino… más bien sorprendida.

Renamon tardo un poco en responderme, pero en ese tiempo acariciaba suavemente la mejilla en la que había golpeado, y hacia que ese dolor empezara a disminuir poco a poco. Me dio la impresión de que se sentía algo avergonzada, pero también sentía que ella deseaba decirme algo, y después de un rato más finalmente habló.

—Lamento haberte pegado Guilmon— me dijo ella —créeme que nunca fue mi intención tratar de dañarte, ni quiero que pienses que estoy enojada contigo o algo así— alejo su mano de mi rostro y bajo la mirada, haciendo una pequeña pausa antes de seguir —es solo… que no podía permitir que te hicieras daño. Tú no puedes terminar con tu vida de esa manera, porque tú aun tienes mucho porque vivir—

¿Mucho porque vivir?

No estaba segura de porque me decía eso, o si debería creerlo, pero aun así sentía en sus palabras esa sensación de querer ayudarme y tratar de darme esperanza, como siempre lo hacía. No sabía que decirle, pero al menos sentía que debía escucharla y todo lo que tuviera que decir.

—Tienes razón— continuo ella —yo no puedo decir que entiendo lo que has pasado porque yo no lo he vivido. Pero… eso no significa que yo no pueda ayudarte. Ahora puedo ver el sufrimiento por el que pasaste esa noche, el dolor y la traición que viviste, y entiendo cómo fue que hirieron tu corazón y porque dices todo lo que nos has dicho pero… ¿crees que quitándote la vida vas a resolver algo?—

No sabía cómo responder eso y aun si lo supiera las palabras no me salían.

—Guilmon… sé que ese sujeto te trato muy mal, que te humillo y te traiciono. Pero… esto no es más que una parte de tú vida, un momento amargo que inevitablemente todas vivimos. Pero si te matas… nunca podrás ver lo bella que puede ser la vida, las oportunidades, las pruebas y los regalos que esta te puede dar. Es por eso… que debes ser fuerte—

Pensé mucho en lo que me estaba diciendo Renamon, y una parte de mí se sentía muchísimo mejor, pero otra todavía había muchas dudas y aun se sentía muy mal.

—Pero Renamon…— dije —me siento horrible, me siento muerta por dentro y solo sufro, y por eso que yo no puedo ver o pensar que la vida puede ser bella o que pueden pasar cosas buenas como tú dices. Yo no siento que pueda ser fuerte y por eso… ya no quiero seguir con esto—

—Lo sé— dijo ella, ahora colocando una de sus manos sobre mi hombro y mirándome fijamente —y yo me he sentido así muchas veces. Que mi vida solo tiene sufrimiento y que no vale la pena seguir adelante, y varias veces solo he pensado en darme por vencida—

Mientras hablaba parecía algo decaída y sentía en ella la misma tristeza que yo había sentido.

—Pero…— continuo —Me he dado cuenta de que… si solo me concentro en el sufrimiento y me dejo dominar por él, si solo veo las cosas malas que me suceden y que nada puede mejorar. Si yo hago eso…solo tendré más dolor, siempre me sentiré decaída y nunca podre ser feliz y es por eso… que yo siempre intento tener esperanza y un motivo para seguir adelante, levantarme y no dejar de tener fe—

—Renamon…— bajando la mirada —yo no puedo hacer eso… después de lo que pase… siento que mi vida no le importa a nadie. Y aun si lo intento siento que ya no puedo tener esperanza—

—Guilmon— tomando mis manos —jamás pienses que no le importas a nadie porque… ahí alguien a quien si le importas—

Quería saber a qué se refería con eso, y pronto ella me lo aclaro.

—Me importas a mí, y le importas a todas— me dijo con una sonrisa.

—¿Qué?—

—Tú dijiste… que no importaba que un día saliéramos porque todos nos verían con malos ojos ¿verdad?— no me sentí capaz de responder a eso y ella solo continuo —Sin embargo… tú no debes preocuparte por que otros te vean mal porque tú jamás estarás sola. Nosotras siempre estaremos a tu lado, y aunque cuando no estemos contigo en el mismo lugar siempre nos tendrás a nosotras— y llevo una de mis garras hasta su pecho y podía sentir el latido de su corazón —chicas que han pasado por lo mismo que tú, que te entienden y que te quieren. No te concentres en el dolor que sientes ahora, piensa en las cosas buenas que te esperan en un futuro y que, aunque sé que es muy difícil… si mantienes la fe y la esperanza… siempre podrás continuar adelante y… cosas maravillosas llegaran a tu vida—

No sabía que decir, una vez más me sentía tocada por esas palabras y antes de que pudiera pensar en decir algo, alguien más se acercó a nosotras y quiso hablar, y esa era Ladydevimon.

—Ella tiene mucha razón— dijo la demonio cabizbaja, pero con una pequeña sonrisa en su rostro —la verdad es que, aunque no he pasado por algo como lo que tu viviste, si puedo decirte que me he sentido como tú el día de hoy—

—¿Ah?— fue lo único que pude decir y Ladydevimon siguió hablando.

—Yo también me he sentido como tú. Me he sentido totalmente desecha, con un enorme sufrimiento en mi interior después de todo lo que he tenido que vivir en este maldito lugar— mientras ella hablaba veía que apretaba un poco su puño contra su pecho y creo que iba a llorar, como si llevara una gran carga dentro de ella —y yo…— continuo —también escuchaba a alguien que ya no está con nosotras y que también siempre trataba de que nosotras jamás perdiéramos la esperanza. Ella… era Flamedramon, y hubo una ocasión en la que yo le grite que no tenía caso que nos diera ánimos cuando tal vez jamás saldríamos y… que realmente no valía la pena. Pero…—

Ella se acercó más a nosotras y puso una de sus manos en el hombro de Renamon.

—En realidad si vale la pena tener esperanza. Fue algo que Flamedramon hizo y ahora Renamon hace también. Nos anima y nos ayuda a que no perdamos la fe en que un día podremos salir, y esa fe y esa esperanza se convierte en algo que cada día nos da fuerza. Aunque diariamente seamos abusadas y muchas veces sea muy difícil y doloroso continuar… manteniendo la esperanza… tenemos fuerza para seguir adelante y un día, cosas maravillosas llegaran, y fue el mantener esa esperanza que hizo… que un rayo de luz llegara a nosotras—

—¿Qué quieres decir?— pregunte sin entender a qué se refería con eso.

—Que como dijo Renamon y Ladydevimon— dijo Rosemon acercándose también —si mantienes la esperanza y no te rindes cosas maravillosas llegaran, y la vida te dará bellos regalos. Y para nosotras llegaron tres. El primero… es Exveemon, que es un chico amigable y cariñoso que nos ha tratado con respeto y nos muestra que aún quedan buenos hombres y sobre todo… que no debemos dejar de creer en el amor—

Era curioso que cuando Rosemon dijo eso, miraba a Yashamon que al parecer había estado observando todo lo que pasaba y escuchaba atentamente.

—El segundo regalo— siguió hablando —es el apoyo de chicas maravillosas que sufrieron lo mismo que nosotras y aun así siempre tratan de no rendirse y permitir que otras se rindan. Una fue Flamedramon, y la otra es Renamon. Y finalmente el regalo más importante es el estar todas juntas. Quizás solas… no podríamos tener ninguna fe ni esperanza de un día mejorar y nos daríamos por vencidas. Pero…— acercándose a mí —no estamos solas. Estamos todas juntas, todas hemos pasado por lo mismo y nos apoyamos entre nosotras, y eso es lo que nos ha permitido mantener la esperanza—

—Guilmon…— me dijo Renamon con una sonrisa —creo que no es necesario decirte de nuevo lo que ya te he dicho. Solo te diré… que la vida es dura pero también es hermosa, aunque hayas sufrido debes poder levantarte. Aun tienes mucho por que vivir y muchas cosas bellas te llegaran mientras tú mantengas la esperanza. Sé que lo harás y recuerda… tú tienes a alguien a quien le importas y sobre todo…— tomando mis garras juntas —jamás estarás sola—

Poco a poco todas las chicas comenzaron a acercarse a mí, mirándome con una expresión que mesclaba algo de tristeza con una gran alegría y veía hermosas sonrisas en cada una de ellas, y yo también comencé a sonreír y a llorar de felicidad. Sorpresivamente me abalance sobre Renamon y le di un fuerte abrazo, mientras dejaba salir todas esas lágrimas y no dejaba de sonreír.

—Renamon… gracias por tus palabras y por tu apoyo— mire a las otras chicas y les sonreía —y gracias a todas por su apoyo chicas— dije, y todas comenzaron a sonreírme —realmente… se los agradezco— alejándome un poco y limpiando mis lágrimas —y tienes razón Renamon. Será difícil, pero ya no me dejare dominar por el dolor. Después de todo… no vale la pena sufrir por alguien que no me supo valorar y me abandono cuando más lo necesite— acercándome otra vez a Renamon —en vez de eso… me concentrare en aquellos que me valoran, y realmente me importan ahora, y esas son ustedes chicas—

Otra vez se me escapaban las lágrimas de felicidad y volvía a abrazar a mi querida amiga Renamon. Ella correspondió ese gesto abrazándome fuertemente y pronto todas las demás chicas se acercaron a nosotras y se unieron en un gran abrazo. Realmente me sentía unida a todas ellas, me sentía especial y que no estaba sola, porque tenía a grandes amigas que siempre estarían conmigo.

Hacia solo un momento había creído que no valía la pena seguir adelante, que estaba desecha por dentro y que la única solución para aliviar mi dolor era terminar con mi vida. Y aunque sabía bien que aun sufría por dentro, y muy difícilmente podría olvidar lo que Guilmon y Zephyrmon me habían hecho, ahora sabía que esa era una herida que sanaría y mientras yo tuviera esperanza y me mantuviera fuerte seguramente lo superaría, y como me decía Renamon, cosas bellas llegarían a mi vida. Volvía a sentirme bien y feliz y todo… todo gracias a mis amigas.

Permanecimos así durante varios minutos, y admito que me hubiera gustado seguir unida en ese abrazo grupal, pero al final debimos romperlo y todas regresamos a nuestras mesas y continuamos comiendo nuestro desayuno, y esta vez me acabe todo lo que tenía en mi plato con mucho ánimo y sobre todo mucha hambre, jeje. A mi lado tenia a Renamon y a otras chicas que me acompañaban, y mientras desayunaba Renamon me contaba un poco más a detalle todo lo que le había contado a las demás a cerca de aquel viaje espiritual y que yo muy apenas había escuchado, y a pesar de que esa historia también mostraba cosas muy tristes, no dejaba de ser una prueba de que debía mantener la esperanza.

Mientras ella me contaba eso, yo la escuchaba y veía a todas las demás chicas comiendo su desayuno con una actitud bastante animada y optimista. Tal vez yo siempre veía eso, pero no siempre podía sentir ese mismo optimismo que ellas mostraban, y menos después de la última vez que Guilmon me había visitado. Pero esta vez me sentía más animada y unida a mis amigas que nunca, y segura de que las cosas mejorarían, y creo que eso hizo que me alegrara aún más verlas a todas.

Me di cuenta de algo y es que ninguna de ellas comía sola y todas estaban sentadas en grupo, y mientras comían también hablaban mucho y trataban de mantener animado el ambiente. Sin embargo, me llamo la atención ver tres chicas que no estaban en grupos, pero tampoco estaban solas. Las primeras eran Biyomon y Gatomon, ambas sentadas solas en la misma mesa y hablando plácidamente, tratándose como muy buenas amigas, y debo decir que eso se me hacía muy lindo y no me había percatado que de hecho ellas siempre estaban juntas desde que hubiera llegado a ese lugar. Y hablando de cosas de las que no me había dado cuenta, vi a Rosemon también con alguien y no era precisamente una chica. Sentado a su lado estaba Yashamon, quien normalmente comía solo y alejado de las demás su desayuno que era menos de lo que comíamos nosotros. Pero esta vez estaba con Rosemon y se le veía muy animado hablando con ella, e incluso en un par de momentos se regalaban una caricia el uno al otro, así como un beso.

No me había fijado lo cercanos que eran ellos y lo enamorados que parecían estar, pero me agradaba ver eso porque, me hacía pensar en lo que Rosemon había dicho hacia poco… que no había que dejar de creer en el amor, y ahora que lo pensaba había otro regalo que nos había dado la vida, y ese era Yashamon.

La mañana avanzo rápido y una a una, algunas chicas se iban a sus habitaciones, entre ellas Gatomon y Biyomon, según ellas para descansar un poco antes de nuestra segunda comida y antes… de que nuestra jornada de trabajo iniciara una vez más. No era algo que fuera alentador y mostraba que seguiríamos pasando por lo mismo día a día pero… todas se veían realmente contentas y animadas. Ninguna parecía pensar en lo que teníamos que hacer en esa tarde pese a que lo supieran y sobre todo, todas se veían seguras, fuertes y con esperanza, y debía decir que yo me sentía igual que ellas. Y todo esto se lo debíamos a una sola chica, era gracias a Renamon.

Después de unos minutos Renamon también salió del comedor y había dicho que solo necesitaba ir al baño. La observe mientras salía y una sonrisa se dibujó en mi rostro. Renamon... realmente era especial. Pese a todo, aún no se había dejado vencer y habiendo pasado por lo mismo que pasábamos todas nosotras, soportando el maltrato de los hombres y el haber sido sacadas de nuestro hogar ella aun podía mantener la esperanza. Y no solo ella la mantenía sino que siempre trataba de que ninguna de nosotras no la perdiéramos, animándonos y apoyándonos siempre, como lo había hecho ese día cuando me había sentido tan derrotada... incluso diciendo que mi vida no valía nada, haciéndome ver que mi vida si valía, que no debía rendirme y que no estaba sola.

Realmente ella ilumino mi vida ese día en que estaba triste y podía decir que me había salvado. Le estaba muy agradecida y estaba segura que no era la única que lo estaba y eso me hizo pensar en algo.

—¡Chicas!— dije alzando un poco la voz, llamando la atención de las chicas que aún se encontraban en el comedor.

—¿Qué sucede Guilmon?— me pregunto Cho Hakkimon que se acercó a mí.

Tome un poco de aire y pensé muy bien lo que iba a decir.

—Quisiera que me dijeran... ustedes... ¿se sienten agradecidas con Renamon?—

Esa pregunta al parecer se les había hecho algo extraña y me veían algo raro, y también se miraban entre ellas.

—Quiero decir— volví a hablar, ahora algo nerviosa por como todas me miraban —¿Están agradecidas porque ella siempre nos apoya, nos anima y nos dice que no perdamos la esperanza?—

Quizás no era una pregunta tonta, pero me sentía como si lo hubiera sido. Todas estaban calladas y se miraban entre ellas y por un momento creí que no responderían a mi pregunta. Deje de mirarlas y trate de olvidar eso pero…

—Yo lo estoy— escuche decir a una voz muy joven e inocente.

Voltee a ver quién había hablado y encontré a Lunamon acercándose a mí. Una digimon pequeña y muy joven que había pasado por mucho a su corta edad, y aun así era capaz de mantener su actitud dulce e inocente.

—Yo… yo estoy agradecida con la señorita Renamon— dijo con una sonrisa tímida y jugando con sus dedos como si estuviera nerviosa —porque… desde que estoy aquí solo vivo cosas malas y siempre estaba triste y… aunque trataba de no estarlo era difícil. La señorita Flamedramon siempre me hacía sentir mejor y me decía que las cosas siempre saldrían mejor y se solucionarían. Pero cuando ella se fue me volví a sentir triste pero… la señorita Renamon siempre me dice que debo ser fuerte y que no debo rendirme. Y que aunque parezca difícil… debo tener esperanza—

Cuando termino de hablar, vi en la pequeña Lunamon una expresión y una actitud animada y determinada, y siendo tan joven y con todo lo que había pasado en su vida no debería ser fácil pero… ahí estaba. En verdad era una niña fuerte, tal vez más de lo que yo hubiera demostrado ese día, y también sabía que todo era gracias a Renamon, y en las palabras de la digimon blanca vi que ella realmente se sentía agradecida, y no fue la única. Una a una, todas comenzaron también a decir que se sentían agradecidas con Renamon y sus esfuerzos por animarlas siempre. Como la propia Renamon y algunas otras chicas ya habían aclarado, no era para nada fácil mantener la esperanza en ese lugar, y menos lo era con el maltrato de todos los hombres pero… con que, pese a todo una chica mantuviera la esperanza y la transmitiera a otras era más que suficiente para que todas se sintieran animadas y eso hacia  su vida muchísimo más llevaderas y seguras de que todo mejoraría un día.

Mientras las escuchaba yo no podía dejar de sonreír al notar lo mucho que significaba para ellas todo lo que Renamon había hecho y lo agradecidas que estaban. Creí entonces que podría contarles lo que pasaba por mi mente.

—Guilmon… ¿Porque nos preguntas eso?— pregunto Ranamon y todas parecían tener la misma duda.

Respire profundamente una vez más antes de contestarles y esperaba que lo que dijera no sonara tan tonto como la pregunta que hice.

—Verán chicas— empecé a decir —igual que ustedes yo me siento muy agradecida con Renamon por todo lo que hace por nosotras y lo mucho que nos apoya. En especial por lo de hoy, por… bueno, ya saben— me sentí algo decaída al recordar eso pero trate de componerme para decirles lo que pensaba —el punto es que ella siempre nos ha apoyado y bueno, tal vez nosotras no le hemos agradecido tanto por ello. Por eso quisiera hacer algo especial por ella, para demostrar nuestra gratitud—

Todas estaban muy sorprendidas por lo que había dicho, y al mismo tiempo entendían porque lo decía. Parecía que estaban de acuerdo con mi idea y ellas también deseaban hacer algo por nuestra amiga.

—Realmente es una gran idea- comenzó Kazemon con una sonrisa.

—Estoy de acuerdo— dijo Bastemon que estaba a su lado —Renamon siempre nos ha apoyado y tal vez decirle gracias no sea suficiente—

—Es cierto— dijo Cho hakkimon —como dijo Guilmon, debemos hacer algo por ella y demostrarle lo agradecidas que estamos—

Todas se veían muy animadas por esa idea y a mí también me agradaba ver que me apoyaran. Pero claro, no siempre todo es tan fácil como parece y no era raro que alguien lo dijera.

—Pero… ¿Que podríamos hacer?— pregunto Lunamon y eso puso a todas muy pensativas, incluyéndome.

—Es cierto— comento Falcomon -aunque nosotras queramos hacer algo para ella -¿Qué podemos hacer? la verdad es que nosotras no tenemos nada para darle, y encerradas en este lugar... dudo que podamos hacer algo especial para ella-

Lo que decía Falcomon... era cierto. Todas estamos encerradas en un lugar en el que realmente no podíamos hacer mucho. No teníamos nada para dar y no podríamos hacer algo como un regalo o una fiesta. Sabía que era algo que debía esperar que todas dijeran, pero igual me sentí un poco desanimada al darme cuenta de eso.

-No te desanimes Guilmon- me dijo Bastemon, acercándose a mí y regalándome una linda sonrisa -quizás haya algo que podamos hacer-

—Además, yo realmente apoyo la idea de que hagamos algo especial por Guilmon- comento Falcomon, y esta vez sonreía.

—Ya pensaremos en algo— dijo Cho Hakkimon poniendo una de sus manos en mis hombros —así que no te preocupes Guilmon—

Me alegre mucho de que todas a final de cuentas me apoyaran con esa idea, aunque en ese momento no se supiera exactamente como.

Luego de unos minutos les dije a las chicas que quería ir a descansar un poco.

—Adelante linda, seguro con un descanso se te ocurrirá algo— dijo Cho Hakkimon con una sonrisa y yo también le sonreí —nosotras aquí veremos si algo se nos ocurre—

Dicho eso, salí del comedor y me dirijo a mi habitación para descansar un poco, y pensar en que podría hacer por Renamon y… tal vez encontrarme con ella por ahí y seguir hablando. Creo que aún lo necesitaba, y también necesitaba hacer algo que no hice mientras aun desayunábamos y eso era disculparme por todo lo que le había dicho, y sobre todo después de que ella me había ayudado tanto.

Camine por los pasillos y pase cerca de una habitación abierta. Eso no hubiera sido gran cosa y hubiera seguido con mi camino, de no ser porque escuche un extraño ruido que simplemente no pude ignorar, y provenía precisamente de esa habitación.

—¿Qué será eso?— me pregunte y me acerque a esa habitación.

Me asome por la puerta con cuidado y…

Continuara…

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Lamento mucho lo que he tardado, y lamento aún más que sea tan corto, pero, he estado falto de inspiración, además de que pensé que lo que sigue, sería mejor ponerlo en un cap mas, con tal de que no saliera tan largo.

Lamento mucho si a alguien le molesta. Es algo que no pude evitar, y agradezco a los que aún siguen este fic.

Agradezco sus comentarios y no leeremos después :)